Creaciones
Explora el corazón creativo de Tierra Tambó.
Aquí encontrarás diferentes contenidos realizadas por niñas, niños y jóvenes participantes. Cada creación es un latido del territorio, una voz que narra, sueña y transforma.
Audiocuentos con patas, aletas, alas y … ¡tentáculos!
Aquí encontrarás seis audiocuentos que laten con la voz del territorio. Fueron creados por niñas, niños y jóvenes del C.E.I.R de Uchitu´u que imaginaron, dibujaron y narraron historias inspiradas en los ecosistemas que los rodean y en la sabiduría ancestral wayuu. Los personajes —cangrejos, tortugas, flamencos, pulpos y otras especies— habitan mundos reales como los pastos marinos, el manglar, el litoral rocoso y el litoral arenoso.
Cada relato es una semilla de cuidado, una invitación a escuchar a la naturaleza con el corazón abierto

Uchi, una tortuga tranquila, queda atrapada en una red de pesca y muere sin que nadie la escuche. Su alma viaja a Jepira (la mar), el lugar sagrado del descanso wayuu. Una historia conmovedora que nos recuerda el daño de la contaminación y la necesidad urgente de cuidar la vida marina.
¿Te gustó este pedacito? ¡Aquí va la historia completa!
Érase una vez una tortuga llamada Uchi, que iba tranquila por su hábitat. De repente, se encontró una gran red.
Sin darse cuenta, estaba atrapada, sin salida. Intentó pedir ayuda, pero fue una pérdida de tiempo. ¿Por qué? Nadie la escuchó.
Caray y Chochif fueron por la red de pesca y sacaron muchos peces y ahí estaba Uchi. Toda enredada, cansada y en pocos minutos murió. El alma de Uchi viajó directo a Jepira, el lugar donde descansaban las almas del pueblo wayuu.
Ella pensó cómo salvar a los que quedaban y salió de su descanso para convertirse en el guía eterno que llevaba a un lugar seguro a las tortugas.

Flouder, un cangrejo azul, y Don Antonio, un flamenco elegante, eran grandes amigos que compartían el manglar con armonía. Pero la llegada de nuevos habitantes desató los celos y una pelea que dividió al ecosistema. Demostrando que la convivencia y el respeto son esenciales para vivir en comunidad.
¿Quieres saber qué pasó después? ¡Aquí lo tienes!
Había una vez un cangrejo azul que se llamaba Flouder, y el flamenco se llamaba Don Antonio. Ellos llevaban rato viviendo en el ecosistema.
Eran muy amigos, hasta que un día comenzaron a llegar nuevos habitantes, como los bagres, los pelícanos, etc. Y tuvieron que dividir el ecosistema en dos partes para que pudieran vivir. Flouder era el dueño de uno y Don Antonio de otro.
Pero Flouder estaba celoso porque cada vez llegaban más habitantes y comenzaron a pelear delante de todas las especies. Y ellos vinieron, le dijeron:
– por andar peleando nos vamos, porque no queremos vivir en un ecosistema como este.
Y vino el bagre, les dijo:
– nadie se va. Los que se van a ir son ellos, porque de acá no nos saca nadie.
Y vinieron, los botaron de su propio ecosistema y quedaron allí para siempre.

En el hermoso lugar llamado El Pilón, un curioso pulpo sueña con explorar más allá de su hogar y decide emprender una gran aventura. A lo largo del viaje enfrenta riesgos, conoce nuevas criaturas y aprende que los sueños se cumplen con valentía, incluso en medio de la incertidumbre.
¡Abre para leer la historia completa!
El pilón es un lugar hermoso donde viven varios animales, entre ellos está el señor pulpo, el señor cangrejo y la señora langosta. Un día el pulpo le dijo al señor cangrejo que si había otro lugar a donde él pudiera emprender una aventura extraordinaria.
El señor cangrejo le dijo que quizás, pero tiene muchos riesgos y que quizás podría morir en el intento.
Se sintió triste y la señora langosta lo ve y le pregunta: – ¿Cuál es su tristeza?
Y él entre lágrimas le dice que quiere conocer otros lugares, ya que él conoció a otros animales que viajaban muy lejos y cuando llegaban le contaban su experiencia y esas increíbles historias de aventuras eran hermosas y eso le daba curiosidad.
Al querer seguir su idea de viaje, ya que quería saber cosas y conocer más, un día sin importar lo que le decían, él salió de su ecosistema rocoso, emprendió su viaje y conoció muchas cosas increíbles, aunque experimentó riesgos que casi lo llevan a la muerte.
Un día conoció a otro tipo de animal que él nunca había visto y se llama calamar. Él le explicó que quería cumplir su sueño de viajar a otras partes del mar y ver sus maravillas.

Una mañana, chorlito descubre su playa contaminada con basura y decide actuar. Como guardián del medio ambiente, va en busca de los responsables y convoca a sus vecinos para limpiar el ecosistema. Este relato resalta la importancia de la responsabilidad colectiva y el liderazgo ambiental desde lo cotidiano.
Este cuento lo vas a escuchar en wayuunaiki, la lengua del pueblo wayuu. ¡Presta atención a cómo suena el territorio!
¡Despliega y acompaña a los personajes hasta el final!
El chorlito, una mañana se fue a dar una vuelta por la orilla de la playa y en el camino se encontró una parte de la playa sucia de plástico y residuos de alimentos. El chorlito; como su trabajo y deber era cuidar el medio ambiente estaba enfadado y quiso salir a preguntar:
– ¿Quién había hecho ese desastre de basura, en un lugar donde muchos animales viven y existen muchos ecosistemas?
A la mañana siguiente fue donde panca (cangrejo) a preguntar sobre el desastre que estaba pasando en la orilla. El chorlito al llegar, le toca la puerta a panca y le dice:
– Hola amigo buenos días, paso a comentarle que mañana temprano nos reunimos a recoger basura de nuestro entorno
Panca le respondió:
-¿Todos están de acuerdo con eso? Si ellos están, yo voy, si no; no voy.
Panca cerró la puerta y chorlito siguió con su trabajo y llegó donde chipi chipi, a quien le dijo:
– Hola amigo, quería saber si quieres ir con nosotros a recoger basura a la orilla de la playa…
Chipichipi le respondió.
– Sí, yo voy a ir, mi mamá me había comentado y también irá gran parte de mi familia.

Pulpo conoce a una langosta amable con la que comparte una tarde de juegos y alegría. La langosta lo invita a su hogar entre las piedras, abriendo la puerta a una nueva amistad y aventuras compartidas. Una historia breve pero tierna sobre los lazos que nacen en el respeto y la convivencia.
Este cuento lo vas a escuchar en wayuunaiki, la lengua del pueblo wayuu. ¡Presta atención a cómo suena el territorio!
Esto es solo un abrebocas… ¡abre el cuento entero!
Había una vez un animal que se llamaba Pulpo y un día conoció una langosta que lo trataba muy bien, por lo que hablaron, jugaron y fueron muy felices juntos.
Al caer la tarde la langosta debía marcharse, por lo que pulpo le preguntó:
– Oye amigo, ¿dónde vives para visitarte?
Porque el pulpo sabía que sería un buen amigo. A lo que la langosta le respondió:
-Yo vivo en aquella piedra, para cuando quieras ir a visitarme y jugar con mis otros amigos y pasarla felices juntos.

En el corazón del manglar, un flamenco vive en armonía con sus amigos: cangrejos, zorros y lisho (cardenal guajiro). Pero un día, Lisho intenta apropiarse del territorio de los flamencos. Ante la amenaza, los cangrejos se unen en defensa de sus aliados. Una historia que resalta el valor del trabajo en equipo y la protección del territorio frente a la injusticia.
Este cuento lo vas a escuchar en wayuunaiki, la lengua del pueblo wayuu. ¡Presta atención a cómo suena el territorio!
¡Sigue leyendo para vivir la historia completa!
Había una vez un flamenco que vivía en el ecosistema de manglar junto a sus compañeros llamados: cangrejo, zorro y lisho.
Un día lishoo quería adueñarse del territorio de los flamencos y los cangrejos protestaron con los demás compañeros y defendieron a los flamencos; porque ellos no tenían derecho a quitarles su territorio.
Lisho los retó a una batalla para el día siguiente y dijo:
– “El que gane se quedará con el territorio del perdedor”, y el flamenco aceptó.
Al día siguiente el flamenco llegó con todo su pelotón de flamencos y con el apoyo terrestre de los cangrejos y zorros y se enfrentaron por muchas horas.
Al finalizar, el flamenco se llevó la victoria y el lisho tuvo que regresarse a su casa derrotado.
